Oración a Jesús de la Buena Esperanza
Oh Jesús de la Buena Esperanza! Amabilísimo redentor de nuestras almas, Señor del Cielo y de la tierra; me presento ante Ti, atraido por tu amor Paternal. ¿Quién sino Tú, podrá curar mis dolencias? Me acerco a tu templo como a la piscina de tus bondades: Favoréceme con tu auxilio.
Purifícame con una mirada como lo hiciste con Pedro, cabeza de la Iglesia; sácame de las mortales heridas que el pecado ha causado en mi alma; yo se bien, Oh Jesús de la Buena Esperanza, mi Señor y mi bien, que todos los que han solicitado ante tu imagen tus divinos favores han sido socorridos. No hay, Oh Jesús de la Buena Esperanza, mi Señor y mi bien, uno solo que no ha haya experimentado tu misericordia. Y ¿por qué he de salir desconsolado de la súplicas que te hago? Lleno de la mayor confianza te pido Señor dirijas una mirada compasiva sobre tu Iglesia, mírala tan perseguida, atacada por tantas impiedades que se han levantado sobre ella.
Oye la súplica que en particular te hacen tu hijos y dales a los fieles difuntos el gozo de contemplarte de una vez para siempre, especialmente a los que han sido más devotos del precio de tu redención y de los dolores de tu Santísima Madre María. Amen.